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jueves, 22 de diciembre de 2005

Annus Mirabilis


La editorial Crítica en su línea Drakontos nos tiene acostumbrados a suculentos regalitos para el paladar ansioso de ciencia, necesitado de disquisición,de búsqueda. Libros como El reto de Hilbert de Jeremy J. Gray, Hiperespacio de Mikio Kaku o Historia del Tiempo de Stephen W. Hawking que he tenido el placer de leer (de este último no entendí casi nada y menos que nada por qué fue un BestSeller pues no es nada sencillo).Otros muchos estoy deseando que caigan en mis manos como ¿Qué significa todo eso? de Richard P. Feynman o El universo elegante de Brian Greene
Encuentro estimulante y conveniente deleitarse en el viaje, no recibir el alimento intelectual ya masticado -'léase libros de texto', o 'mejor malos libros de texto', tener espacio para la reflexión y el necesario tránsito (bien sea intelectual o intestinal).
Hoy, ya que lo prometido es deuda, traigo solemnemente y antes de que este año 2005 dedicado a la Física termine, el libro EINSTEIN 1905: UN AÑO MILAGROSO Cinco artículos que cambiaron la física John Stachel, ed.
Comienza con una introducción deliciosa del señor Roger Penrose - ¿estaba finalmente equivocado Einstein en su visión de la teoría cuántica como incompleta? ¿era ya un dinosaurio lejos de las ideas modernas de la física teórica como -se dice- fue acusado por Oppenheimer?
A continuación los propios cinco artículos del año 1905 del señor 'revisor de patentes' se presentan precedidos por pequeñas introducciones muy esclarecedoras de cuáles eran las dificultades que Eistein tuvo que superar para establecer sus logros.
Una idea particular que ronda todo el libro puede ser resumida en la frase del maestro 'El objetivo real de mi investigación ha sido siempre la simplificación y unificación del sistema de la física teórica'. Einstein usa la temodinámica en los dos primeros trabajos dando un fuerte espaldarazo a las teorías atomistas - a la realidad del átomo, discutida por positivistas -
Un punto muy revelador -para mí - es la visión de su propia teoría de la relatividad especial que aparece en los siguientes dos artículos como '...un principio que permite la deducción de cierta leyes a otras.' Como muy bien aclara Stachel '...los principios de una teoría semejante, de la que la termodinámica es el principal ejemplo, son generalizaciones extraídas de una gran cantidad de datos empíricos que aquéllos resumen y generalizan sin pretender explicar...'
Parémonos un momento en este hito.
Esto es iluminar.
Esto es esclarecer.

Dejémonos del 'todo es relativo' que escuchamos en bachillerato.
Dejémonos de la 'relatividad de la simultaneidad' y de los fotones que no se encuentran con los cohetes de la carrera .
Hay que Motivar los hallazgos intelectuales, encontrar una guía, lo que yo llamo Ilustrar, con mayúsculas.
Aparte de los un arrebatos pedagógicos que sufre uno con estas visiones nítidas entre el bosque de fotones inciertos, una frase con la que me quedo -está en otro libro pero viene al caso - la dijo su profesor en Zurich, Weber, cuando se dirigió a él en estos término : 'Es ud. muy inteligente joven pero no llegará a nada porque no hace caso a nadie' o algo así. Es la típica esencia del genio - véase el caso singular de Feynman - la necesidad de pensar las cosas por sí mismos, de plantear sus cuestiones y soluciones de forma radicalmente original.(Muy apropiada las citas de Don Alberto que aparecen en las obras del tranvía de La Laguna 'si quieres soluciones distintas prueba a intentar cosas diferentes')
Ahora pienso en mis libros de la carrera y recuerdo lo que decía Laplace 'leed a Euler él es el maestro de todos nosotros', cuanta razón tenía, hay que recurrir a las fuentes. Parafraseándolo, con su permiso monsieur, 'Leamos a Einstein, él es maestro de todos nosotros'
Y es que entre tantas celebraciones del personaje merece ser conocido por su obra, como físico y pensador y no porque le faltaran calcetines.
Qué suerte encontrar estas joyas en las librerías.

jueves, 1 de diciembre de 2005

Trastornos Digestivos

Eso es lo que puede provocar la ingesta indiscriminada de libros, más aún si todos y cada uno de ellos pertenece al mismo género; y es que, siguiendo mis propias recomendaciones, he pasado los últimos meses arrasando por las secciones de sci-fi de mis librerías favoritas ( y de las no tan favoritas ) buscando títulos recomendados por cyberdark (RIP).
Así por ejemplo he devorado Endymion y El ascenso de Endymion, las continuaciones de Hiperion y Los cantos de Hiperion de Dan Simmons. Desde luego este novelista sabe mantener la tensión dramática y es prolijo en situaciones de 'continuará' ..., aunque no invente nada nuevo en esta segunda parte en la que nos embarcamos en una carrera por los muchos mundos de la cristiandad -¿estaré dando muchas pistas?- en una huída de la inquisición.Si has leido los libros iniciales quizá no alcance pasados logros,aún así, me gustó.
Pasemos a otro autor clásico que no había tenido el placer de leer,Philip K. Dick. El libro que he leido es Ubik. Me he reído con ganas, he pasado miedo,sentido curiosidad,agobio ... Todo ello sin necesidad de que el universo se ponga en peligro y que personajes ultraperfectos nos den lecciones morales mientras salvan situaciones imposibles - lo sé,lo sé, esto es una crítica a los dos anteriores pero es que soy malo, no podía quedarme sólo con la miel, hacía falta algo de cera :)- El final se mantiene a la altura del resto, esto es de lo mejor que se puede decir de un libro con buena trama argumental.
También están La Paz Interminable y La guerra Interminable, de Joe Hadelman - no es que yo tenga confianza con él y lo llame Joe, oye Joe pásame esa birra, ¿cómo van los Nets,Joe? - es que aparece así en las portadas. Es una ciencia ficción muy alejada de mis orígenes de Asimov y Clarke, lúcidos,brillantes,tan educados y educativos. Es el hombre arrastrándose por el espacio y por la tecnología en lo que tan bien se maneja, en la guerra, me recordó al estilo de Starship Troopers , del mismo autor.
Una curiosidad, algo que fácilmente pasaría por el argumento de una peli de ciencia ficción de la década de los cincuenta - coetáneo a la obra-, El Día de los Trífidos. Es la clásica historia que podrías contar al amor de la lumbre en una acampada.Tiene reflejos del miedo a lo nuclear que se vivió en aquellos días, sustituido actualmente por la preocupación por la degradación mediombiental.¿Alguien encuentra paralelismo con las películas se Zombis al leerlo?
Algo diferente Camelot 30K, un principio poco prometedor, un desarrollo algo lento, un final que no por anunciado es menos sorpresivo y original. Escrito por un físico, ¿quién dice que no tenemos prosa?
Está también El Imperio Elevado me reservo la opinión hasta leer la segunda parte. Aunque es de subrayar como el autor, Scott Westerfeld, como Dan Simmons en Endymion, destaca la importancia de una sociedad con humanos cuasi-inmortales y sus consecuencias.
En fin seguiremos más sdelante el repaso, a ver si entre libro y libro estudio un poquito.
Otro día tendremos un pequeño homenaje a D. Albert Einstein, en el centenario de su annus mirabilis de 1905.