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jueves, 16 de diciembre de 2010

Largo interruptus

Se puede leer despacio y se puede abandonar un libro.
Lo difícil es no abandonar un libro que no te gusta y terminarlo en dos años de lectura interrumpida, aleatoria y esporádica

¿Cómo?

Fácil, primero conseguir un libro comprado por error y que nadie quiere.

Luego dejarlo en la guantera del coche y jamás sacarlo.

Por último, tenerlo como lectura de emergencia en cada espera en colas, dobles filas y tiempos muertos inevitables.


Sombras al amanecer, de Stephanie Laurens, me ha llevado aproximadamente dos años.

Repleto de damas encorsetadas con necesidades que un maravilloso caballero de ojos azul cobalto no duda en satisfacer hasta niveles nirvánicos.
Esto es una prueba para establecer como corolario que -a pesar de sortear pilas de lugares comunes, superar tochos de situaciones repetidas y proceder a una lenta escalada de cimas extáticas de placer victoriano - con tiempo suficiente puede acabarse cualquier libro.

Teniendo en cuenta los ardores de los protagonistas,Z podría haber esperado hasta sacarlo en formato librino.

Y no, no es por el formato apaisado. ;)

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Caray! qué masoquismo más sofisticado leer un libro así de este modo!
Yo también leo libros a ratos perdidos, pero con un libro de este tipo no se si podría.
Un saludo.

Palimp dijo...

Eres un héroe.

wraitlito dijo...

@Toro,@Palimp : intentaré que el próximo interruptus sea más de mi gusto.
Saludos