Algunos nos hemos adelantado ;)
El padre Teide, siempre vigilante.
Efectivamente, han reconocido en ese edificio central cuadrado el hogar del flamante Gregor.
Una de las cosas más interesantes de las que no pude guardar recuerdo fotográfico es mirar al sol con un telescopio ¡Niños no lo intentéis en casa! .
Un pequeño telescopio desmontable especialmente preparado - algo sobre un filtro en H-alfa - nos permitió ver la superficie aparentemente granulada del sol, sus manchas y las impresionantes fulguraciones , una auténtica delicia. El sol está vivo.
Las visitas de 10:00 a 17:00, si no me equivoco.
Por cierto : ¡Corred insensatos!
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