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domingo, 14 de junio de 2015

Ahora podemos...blasfemar

 Conocía a Luis Carandell en amables tertulias radiofónicas en los 90, con Julio César Iglesias. transmitía bonhomía y una sabiduría humilde que iba empapando la conversación sin enfangarla en inútiles lecciones magistrales.

Han llegado a mis manos por casualidad dos libros suyos de los que he dado buena cuenta.
Uno de ellos 'Madrid, años sesenta', el otro 'Habas contadas'.
Están llenos de jugosas anécdotas y de aguda y profunda visión de las situaciones y periodos históricos y personajes.Entre ellos he encontrado uno, para mí desconocido por completo hasta hace un mes y que acapara ahora tanta atención mediática : Manuela Carmena.

'Doña Manuela Carmena, juez de de San Lorenzo del Escorial en aquella época, había sido, si no la primera, una de las primeras mujeres que llegaron en España a la judicatura. Era persona conocida desde tiempo en los medios periodísticos españoles porque había pertenecido durante años, antes de ser juez, al famoso despacho de abogados de la calle de Atocha, de tan triste recuerdo. Revestida ahora de su autoridad, bajo el gran tapiz con las balanzas de la Justicia, se disponía a juzgar un supuesto delito de blasfemia promovido por el ministerio público.
Fui el último de los peritos en ser llamado para hacer mi expertizaje ...' 

Un juicio por blasfemia. Habas contadas. Luis Caradell

Hasta aquí puedo leer, solo les digo que la anécdota está llena de inteligencia, humor y calidad humana.Como casi todos los capítulos. Léanlo si pueden.

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