Albert Einstein dijo una vez 'la política es para el presente, una ecuación es para la eternidad'.
Avanzando un poco más en esta línea de pensamiento, las matemáticas son para muchos de nosotros el lenguaje del universo, el auténtico esperanto del Cosmos.
Es difícil pensar que el binomio de Newton que de pequeños aprendimos exprese alguna verdad universal pero tampoco 'mi mamá me ama','mi mamá me mima' eran grandes e imperecederos logros de la literatura universal. Lo que quiero expresar es que desgraciadamente para muchos de los que en el colegio estudiamos matemáticas nos hemos quedado en la 'ortografía'´- realizar operaciones aritméticas,extraer raíces,dividir polinomios...- no hemos llegado siquiera a la sintaxis -definir objetos como grupos,anillos... descubrir propiedades y relaciones - y mucho menos a los 'artículos de periódico' como podrían ser las publicaciones de divulgación.
No podemos apreciar pues la auténtica poesía inmortal que puede suponer un nuevo teorema, auténtica rama viva de un árbol ya milenario que producirá nuevas hojas y flores hermosas, algunas predecibles y conocidas, otras impredecibles y exóticas.
¿A qué venía todo esto ...?
Bien, tengo entre aquí, junto al teclado, una de esas 'rara avis' que podría hacernos entrever a los no iniciados, el inescrutable mundo en el que se sumergen los matemáticos.
Lo ví en un estante entre novelas rosas de verano y libros de viaje para ingleses y alemanes en un quiosquito, cerca de la playa.Estuvo como un amigo fiel, a la espera en mi mochila hasta llegar a casa.
Después de abrirlo estuve en ese estado de tiempo suspendido y vigilia alterada hasta pocas páginas antes de finalizarlo. Supongo que la experiencia la hemos tenido todos. Avanzar a través de las páginas con ritmo frenético y tumultuoso, sin parar en suaves remansos de reflexión para reposar y absorber con renovado deleite del flujo de historias y situaciones. El libro nos atrapa, la historia nos subyuga casi como una visión, un éxtasis místico. No existe nada fuera,todo el universo está en nuestra manos y muy detrás de los ojos.
Cuando nos cercioramos de la terrible tristeza del próximo fin las manos tiemblan de excitación y a veces creo que la historia avanza por nosotros abriendo contra nuestra voluntad que se resiste a ver las nuevas páginas y episodios que nos llevaran al FIN.
Bien ... se titula 'EL TÍO PETROS Y LA CONJETURA GOLDBACH'
No quisiera revelar ni un fragmento de más de esta maravilla pues sería casi delictivo restar un ápice del divino placer de su lectura.
¿Cómo, a partir de cuarenta y siete letras de un desafío, se pueden explorar las más altas cotas del genio y la ambición humanas?. La respuesta te espera en el quiosco más cercano.
Me gustaría terminar con la cita que el libro empieza
'Arquímedes seguirá siendo recordado cuando el mundo haya olvidado a Esquilo, porque las lenguas mueren y las ideas matemáticas no'