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sábado, 23 de abril de 2005

Re-creando el pasado

Nos cuentan la historia de pequeños en la que los grandes capitanes, los héroes de la nación, forman sus escuadras y tras detallados y bien datados enfrentamientos ganan -ganan porque son buenos o es al revés?-
Estudiamos una filosofía, una historia de la filosofía, estática. Sus protagonistas, ajenos al mundo, reconstruyen el cosmos a imagen y semejanza de sus propias fantasías y prejuicios más o menos razonados.Pocos son los esfuerzos para destacar la vida del ciudadano anónimo, las motivaciones del filósofo, la necesidad del político.


Toda esta magia cotidiana, esta fuerza jugosa de la vida antigua revivida, la encontrarás en libros especiales como 'Historia de los griegos' de Indro Montanelli.
patriotas y voraces capitanes reúnen botines, atenas democrática e imperialista,gravitando el mundo a su alrededor, mirando siempre con recelo al este. Esparta espartana y pueblerina, grandes oradores y políticos debatiendo infinitamente, los pensadores preclaros estableciendo los grandes poblemas que aún no dilucidamos, agitando la leve gasa del cielo astrónomos y geógrafos.


Ahora que nuestros antiguos profes no nos escuchan, confieso que no entendí la necesidad de centrarnos en aquellas viejas ruinas de columnas, de aprendernos los nombres de los capiteles por su ornamentación, de nombrar por su título a los reyes de Esparta y por la fecha la batalla de maratón.Tampoco por qué moría de agotamiento el mensajero de maratón para dar cuenta de la victoria ¿había necesidad de correr tanto para dar una buena noticia? pues efectivamente , era vital hacerlo.


Cómo, en la corta vida de una generación de hombres, la de Pericles, los griegos lanzaron el dardo de la ambición intelectual humana tan alto que sólo hemos podido seguir sendas ya marcadas y preguntarnos constantemente si hay algo nuevo bajo el sol.Cómo el afán de una ciudad que hoy no pasaría por número de habitantes de ser un barrio de una gran ciudad cambió la faz de la historia acrisolando ingredientes que luego se cocerían en el cansino transcurrir de los siglos.Ayer no entendía por qué, hoy no entiendo cómo ni por qué -aunque es otro por qué-