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lunes, 6 de febrero de 2006

Viñetas

A despecho de quién es la 'mano negra' interesada en sembrar la discordia entre los pueblos - sospecho que los más extremistas de ambos signos - quisiera entresacar unas palabras del prólogo de George Orwell a su libro Rebelión en la granja.

'el servilismo con el que la mayor parte de la intelligentzia británica se ha tragado y repetido los tópicos de la propaganda rusa con un desprecio absoluto hacia la verdad histórica y hacia la seriedad intelectual[...]La BBC celebró el XXV aniversario de la creación del Ejército Rojo sin citar para nada a Trotsky, lo cual fue algo así como conmemorar la batalla de Trafalgar sin citar a Nelson[...] el hecho no provocó la más mínima protesta entre los intelectuales [...] hechos muy similares ocurriero en España durante la guerra civil.También entonces los grupos republicanos a quienes los rusos habían decidido eliminar fueron acusados entre la indiferencia de nuestra prensa de izquierda';
'Conozco todos los argumentos que se esgrimieron contra la libertad de expresión y de pensamiento [...] respondo a todos ellos diciéndoles que no me convencen y que nuestra civilización está basada en la existencia de criterios opuestos desde hace más de cuatrocientos años'
'Muchos intelectuales han dado la espalda a esa tradición, aceptando el principio de que una obra deberá ser publicada o prohibida, loada o condenada, no por sus méritos sino según su oportunidad ideológica o política '

Estas palabras merecen una serena reflexión : ¿sabría el sr. Orwell que tantos años después volvemos sobre el mismo punto?
No me estoy refiriendo sólo al tema transitorio de una ofensa particular a un grupo religioso, de hecho cuando la reforma educativa en España tocó el bolsillo de la Iglesia en España hubo no incendios y tumultos pero sí una presión que obligó al gobierno a ceder ¡En un estado laico!
Apunto a las viejas hipocresías de no criticar, de no ver, las acciones de los gobiernos que nos interesan. De nuestro jefe de estado saludando cordialmente a un presidente de los EEUU que ningunea a nuestro presidente por haber cumplido sus promesas electorales, equivocadas o no. Si ganó ha de cumplir lo prometido, si no, ¿a qué estamos jugando?¿qué es esta democracia ?
Mención aparte merecerían las relaciones cuasi-serviles de nuestros mandatarios con un estado vecino donde la corrupción campea por sus fueros y que nos chantajea con la cara amarga de los muertos en la mar y las pateras.

1 comentario:

Anónimo dijo...

comen tario