He tenido el placer y la suerte de asistir a una conferencia con el título que abre este comentario dada por la Sra. Rosario Miranda de la escuela de arte de Gran Canaria.
La conferencia se inscribe en el ciclo de este año organizado por la Fundación Canario Orotava de Historia de la Ciencia, Fundoro.
Con una voz expresiva de suaves inflexiones y una prosa fluida, clara y muy elegante - y por supuesto con ese acento tan querido de la isla hermana - derrumbó muchos de los prejuicios que tenía sobre Rousseau, comenzando con un argumento contundente : ir a las fuentes, leer limpiamente al autor, no, según sus propias palabras al comentarista, del comentarista, del tec...
Reproduzco - con su permiso expreso - algunas de las palabras que tan buen sabor de boca dejaron en los presentes.
'Rousseau es una autor del siglo XVIII pródigo en conceptos elocuentes para nosotros. Es un filósofo vivo porque nuestra época, hija de la inflexión cultural que se produjo entonces respira aún el espíritu de esos tiempos, porque algunas cosas de la vida, como la política o el amor tiraron colectivamente por derroteros que él nombró, y porque describe los defectos de nuestra civilización con precisión y agudeza [...] Se puede decir de Rousseau que es un filósofo político grande, un filósofo moral interesante, un filósofo del arte penoso, un pedagogo desacreditado, un hito en la historia de la literatura y en las costumbres amatorias, un outsider social -burgués vivido entre aristócratas - un individuo insorportable y un escritor ejemplar.
[...]Rousseau está en el principio de nuestra democracia. El camino que seguimos desde 1789 para convivir los ciudadanos como libres, iguales y hermanos no es el que trazan Maquiavelo y Spinoza, sino el que describe Rousseau en el artículo Economía Política en la Enciclopedia, en el Discurso sobre el Origen y Fundamento de la Desigualdad entre los hombres y en el Contrato Social.'
Entresaca frases de estos escritos dignas de una larga reflexión cuando no del más sincero asentimiento. En mi opinión, la brillantez de la conferencia radica sobre todo en el claro entroncamiento de las reflexiones que realiza en nuestra realidad contemporánea, como de hecho ella había anticipado al iniciar su discurso.
Un ejemplo :
'La democracia y la representación se avienen mal. La gran extensión de los estados ha generado la existencia de diputados en las asambleas de la Nación, pero los diputados no son representantes de los ciudadanos, sino gestores de sus decisiones. Cuando el servicio público deja de ser un asunto propio y se delega en otros, cuando los ciudadanos pagan diputados y se quedan en casa, se eximen de un deber y olvidan esa perspectiva de la felicidad común en que se encuadra la privada. Por este camino, los estados corren a su ruina. Porque sucede que los diputados crían una voluntad de cuerpo, de modo que se rigen en primer lugar por su interés privado, en segundo lugar por su interés de cuerpo, y sólo en último término por el bien común, que es en realidad su función, con lo cual antes o después terminan por romper el pacto, y por eso la gente no se interesa por la política. Pero un ciudad no puede conducirse bien si los afanes domésticos lo absorben todo. Cuando la gente dice de los asuntos del Estado "¡Qué me importa!, el Estado está perdido".
Finalmente y a preguntas de los presentes, rebatió la opinión - que yo compartía - de que Rousseau estaba en contra de la razón o que atacase a la ciencia.
Ha sido un verdadero placer escucharla Rosario, intentaré en adelante beber de las fuentes para crear mi propia opinión - algo nada fácil de hacer, crear opinión propia - pero sobre todo esperaré con impaciencia que reciba ud. una nueva invitación para tener el placer de escucharla de nuevo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario