He tenido la suerte en un reciente viaje a París, de tener de cicerones a mis queridos A. y R.
Tras mucho recorrer y ver, una breve parada en Saint Germain .
...A grandes males : todas las librerías cerradas, era domingo ... grandes remedios: sentarnos en una terraza, deleitarnos con el delicioso ambiente dominical, tomar una cerveza y degustar el más sublime zumo de naranja .
Tras refrescarnos de tal guisa, aliviado ya nuestro pecho del calor de la tarde y nuestra cartera de peso, proseguimos con el breve periplo por la 'rive gauche'
Allí estaban : 'Les Bouquinistes'
No sé si llamarlos libreros les hace justicia porque forman parte del paisaje clásico, del imaginario de París.
En cualquier caso, a fuer de ser sinceros, aprovechamos la oportunidad para calmar las ansias capitalistas de compras ( estuve a punto de comprar un diario de F. Castro sobre el Ché para calmar mi conciencia al respecto ;)
Aquí presento el resultado de tal dispendio :
¿Qué misterios oculta la visiblemente deteriorada copia del antiguo 'manuscrito mecanografiado'?
Y sobre todo :
¿Qué insondable locura ha nublado mi razón para emplear cinco euros en sufragar tal empresa, pudiendo haber obtenido por tal capital un'café serré' en la exclusiva terraza donde ingenuamente aligeran sus carteras entrañables turistas como nosotros ?
Lo averiguaremos todo en alguna próxima entrega.
2 comentarios:
Qué buen rato pasamos en la rive gauche ¿eh?. ¿Era sublime el zumo de naranja?, si te apetece, a las dos en el Rivoli...
Gracias por la felicitación, espero que estés pasando unas buenas vacaciones. Un besote. A.
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