Fue la semana pasada.Una llamada al móvil desde un número desconocido.
-M: Hola, soy M de Agapea, ¿eres P.?
-P: Sí
-A: Te llamamos por lo que publicaste en tu blog, queríamos aclarar el malentendido.
-P: ¿Y cómo sabes que este es mi número y soy el autor?
-A: Respondiste a un compañero de Málaga que leyó tu entrada y buscamos el título del libro.
-P: [se debate entre la alegría de tener un lector anónimo en Málaga y el terror de ver desvelada su identidad secreta] ...ah
-A: Verás, hubo un malentendido con la compañera, seguramente no se percató de que faltaba un libro del pedido y cinco días después de avisarte de que no llegaría, estaban cancelando un pedido por el que llevabas esperando un mes.
-P: Bien, en todo caso el servicio de atención al público sí es eficaz [Hasta me aumentan las estadísticas del blog, piensa].
-A: Sí, vi que comentaste como una amable compañera te buscó el libro.
-P: Intento reflejar las cosas tal cual fueron, de otra forma lo que escribo no tendría valor alguno.
-A: Te lo agradecemos, si pasas de nuevo por aquí a buscar algún libro, te invito a un café.
-P: Muchas gracias. Hasta luego.
-A: Hasta lueguito.
He aquí el fiel relato,hasta donde alcanza mi memoria, de la llamada recibida la pasada semana.
Agradezco las aclaraciones y me resulta muy interesante saber que los trabajadores de Agapea rastrean la red 'desfaciendo entuertos'
Por cierto, olvidé comentar lo del libro mal paginado, pero agradezco de veras el café ofrecido por M.
Quizá M es la dependienta que un día me puso los dientes largos... con una edición decimonónica de los elementos de Euclides llena de colores y demostraciones visuales .Quizá.
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