De jovencito leí a Márquez.
Primero, para presumir ante mi profesora de francés, el verano de mis 15 años saqué de la biblioteca '100 años de soledad'.
No pude acabarlo. Me desazonaba la irrealidad pegajosa, el aire de duermevela que impregnaba todo dándole al mismo tiempo, de forma inverosímil, un hálito hiperrealista al ambiente .
Luego alguien me aconsejó :
-lee primero "El coronel no tiene quien le escriba"
Entonces entendí.
Y así vinieron luego detrás tantos otros : 'Crónica de una muerte anunciada', 'El otoño del patriarca' - insuperable para mí -, 'Relato de un naúfrago','Doce cuentos peregrinos','Del amor y otros demonios','Ojos de perro azul','La hojarasca' 'La increíble y triste historia de la Cándida Eréndira','La mala hora'y por supuesto, '100 años de soledad'.
Luego paré de pronto, como agotando el final de la adolescencia, barruntando caminos distintos.
Nunca leí, pues 'Memoria de mis putas más tristes','Vivir para contarla' ni sus recopilaciones de textos periodísticos, ni otros tantos.
Quizá es casual que en haya tardado 500 post - justo este - en hablar de un amor de adolescencia.
Quizá es hora de volver a ser joven lector.
Es hora de volver a Márquez, qué mejor forma de que viva aún con nosotros.
Descanse en paz, maestro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario