En estos tiempos veloces de retuiteo constante repiqueteando sobre nuestras vidas virtuales donde apenas entrevemos pasar fugaces las noticias e ideas, recibo de
Toni Solano un
meme para hablar acerca de nuestros propios blogs. Parece ya pasada aquella época pretérita donde al inicio de un meme era preceptivo hablar de Richard Dawkings, de la conectividad, de la difusión de las ideas... - para escándalo hay quien incluso se atreve a
ridiculizar la memética - . Prosigo pues el meme y lo aprovecho para organizar ideas de cara a los fastos del inminente décimo aniversario del blog que ahora mismo leen ( ¿ han escuchado los guiños ? :)
1) ¿Sobre qué estoy escribiendo actualmente?
Sigo como al principio, escribiendo de los
librerías que visito y los libros que leo y visito.
Hace un tiempo, tras un proceso reflexivo - pudo haber ingestión copiosa por el medio - cambié el subtitulo del blog.Años atrás era 'hablaremos de lo humano y lo divino, nuestros queridos libros nos acompañarán' por un más ajustado a la realidad - véanse las etiquetas principales del blog - 'hablemos de libros y otras tonterías' . Quizá ha sido inconsciente homenaje a uno de los primeros blogs que seguí, el estupendo
pjorge cuya frase postcabecera es (o era porque no he sido capaz de localizarla) 'cosas que probablemente solo me interesan a mí'
2) ¿En qué difiere mi escritura de la de otros que desarrollan el mismo género?
Hay gente
más dilatada en lecturas, gente
más especializada, blogs escritos por
grupos de personas...en general hay quintillones de blogs dedicados a una actividad parecida. El mío es perfectamente prescindible en ese sentido : quizá el tema de las tonterías sea su punto más fuerte.
3) ¿Por qué escribo lo que escribo?
Se me acababa el espacio en mi mesa de trabajo para notas y post-it sobre los libros que voy leyendo, las relaciones existentes o pergeñadas entre ellos y el poso de ocurrencias que van dejándome, además era ese momento hace diez añitos en plena eclosión bloguera, ese medio - según una profesora universitaria de periodismo de infausto recuerdo - que mañana mismo iba a desaparecer.
Uno de los principales placeres de escribir en el blog ha sido durante todo este tiempo leer los comentarios, muy amistosos casi siempre, de otros tantos blogueros o simplemente navegantes que paraban un ratito al ver solapas de libros . Ha surgido así un grupo de
blogs amigos que son mi mayor tesoro en los procelosos mares digitales.El triunfo del microblogging ha supuesto un declive de los comentarios -será el espíritu de la doctora que se venga-, exceptuando algún ruso amante de las ruletas despistado.
4) ¿Cómo es mi proceso de escritura?
Según el día y el libro. Puedo ponerme trascendente y escribir ornado o bien con más soltura y legible.Más importante es el proceso de concebir algo, generalmente a partir de una duda.
En ocasiones salta una idea por semejanzas lejanas entre libros o, al contrario, una lectura viene a subrayar las páginas marcadas de otro. Encuentro notas abandonadas en mi escritorio o fotocopias enriquecedoras dentro de un libro ya terminado con una nueva visión del tema. Muchas veces la iluminación viene a última hora de la noche, en esa tranquila hora - léase horas - de lectura gozosa.Una zumbadora referencia, una molesta coincidencia, un pasaje que recuerda a otro y salta la necesidad de doblar esa hoja y buscar. Lo que hallo, ese algo necesario para entender la lectura puede ser lo que termine escribiendo a la postre.
Viene ahora la necesidad de perpetuar la especie, el meme que se resiste a morir en su vehículo digital y salta para ser inmortal.
Elijo pues para esta misión a :
Pedro Jorge Romero y su
pjorge. Se ha puesto el hombre
un poco otoñal, no no hablo de '
El otoño de las estrellas', en lo último que he leído suyo, a ver si pasar este meme levanta sus ánimos.
Juan Pablo Fuentes y su
cuchitril literario. Una fuente de inspiración para los lectores, un verdadero 'agitador' cultural y una de las pocas personas que he desvirtualizado en todo este lapso bloguil.
El inspirador copépodo y su maravilloso
mundo invertebrado. Por hacerme disfrutar de una parte de la ciencia que siempre evité quizá porque la veía más propensa a manchar las manos o peor aún, los cálculos.