5 P.M., en algún lugar de Alamein

Acabo de terminar 'El mago de la guerra', la descripción novelada de andanzas de Jasper Maskelyne en el frente africano durante la segunda guerra mundial.
El libro engancha de principio a fin, aunque se echa de menos una bibliografía, notas a pie, referencias ... algo que otorgue mayor verosimilitud a los increíbles hechos que relata. Ocultar ciudades, puertos, canales ,enmascarar tropas y engañar al enemigo por todos los medios imaginables son sólo una parte de las hazañas bélicas del comando que el gran mago inglés lideró.

Curiosamente el enlace que he puesto a wikipedia remite a su vez al libro, luego nada nuevo por ese lado y en mis dos blogs de referencia para estos asuntos de historia bélica, '¡Es la guerra!' e 'historias de la historia' no he encontrado nada nuevo.

El caso es que tenía completamente abandonada la lectura de libros sobre la segunda guerra mundial y tras cerrar el libro acudí raudo a mis estanterías bélicas y he comenzado a leer, con ardor guerrero y ojos entrecerrados por la arena del desierto, 'El Alamein' de John Latimer.

Las siguientes frases las destacos en oposición a algunas relacionadas con el coraje y el grog que eludí en su momento de las novelas de Patrick O'Briant y de Escorbuto.

El agua era invariablemente impura observó el artillero L.E. Tutt "A menudo cuajaba la leche enlatada que utilizábamos para el té, de modo que las tazas se llenaban de grumos anaranjados". Sin embargo, "nunca teníamos suficiente té, azúcar y leche enlatada.Nuestras tazas de té dulce caliente se convirtieron en una droga y ser privados de esta infusión era terrible. La moral de los hombres y la camaradería estaban en relación directa con el suministro de té" .John Longstaff estuvo de acuerdo con esta opinión : "tal como yo lo veo una taza de tá ganó la guerra. Le dabas a un soldado inglés una taza de té y, cualquiera que fuese la moral que tuviera antes, subía como la espuma después de su taza de té"