Ya ha salido la entrevista
que comenté a
Enrique Dans.
Desde el primer contacto se mostró amablemente dispuesto a colaborar y respondió con prontitud a pesar de las múltiples ocupaciones y requerimientos que tiene desde muy diversos medios de comunicación.
Desde aquí mi agradecimiento y aprovecho para reproducir sus comentarios.
La entrevista tal y como se publicó en Tangentes está
aquí.
Ha publicado usted su libro bajo una licencia Creative Commons. ¿Podría explicar qué significa esto frente al concepto habitual de copyright? ¿Ha perjudicado a sus ventas? La licencia Creative Commons implica ser capaz de introducir gamas de grises en algo que antes era exclusivamente blanco y negro: a la hora de decidir qué puede o no puede hacer un usuario con tu obra, plantearse maximalismos del tipo “que no haga nada más que leerla” es, a día de hoy, simplemente absurdo. Un copyright implica un “prohibido el paso”, un “todos los derechos reservados”, y eso resulta poco práctico cuando existen deseos que no te puedes reservar. Con una licencia Creative Commons puedes definir qué usos de tu obra estás dispuesto a admitir: por ejemplo, en mi caso, estoy dispuesto a permitir que los usuarios hagan copias de mi obra y la difundan, siempre que lo hagan sin ánimo de lucro, algo que en cualquier caso me resultaría completamente imposible impedir. La obra está disponible en muchos sitios libremente, y sin embargo, está yendo muy bien a nivel de ventas, tanto en la versión papel (alcanzó el top-10 de ventas) como en formato electrónico, en la versión iPhone, donde estuvo en el top de aplicaciones de pago durante varias semanas.
La industria de la música mantiene una guerra contra las descargas P2P. ¿Se puede llegar a soluciones para contentar a todas las partes?
No se trata de contentar a todas las partes, sino de contentar al sentido común: si una empresa ya no aporta valor a la cadena, si se niega tozudamente a reconvertir sus actividades para adaptarlas al nuevo entorno, si insulta a sus clientes y da un mal servicio a los artistas, merece desaparecer. La industria de la música manifiesta un desprecio absoluto por la lógica y el sentido común: hay muchos clientes que no compran música no porque quieran ahorrarse dinero, sino porque se niegan a darle su dinero a aquellos que les persiguen, les criminalizan y les insultan. La solución no tiene que tener como fin la preservación de una industria dedicada a la fabricación y venta de unas copias que ya no son necesarias, sino la preservación del bien cultural y el bienestar de quienes están a ambos lados en la transacción: creadores y clientes. Debe intentar que los creadores vean sus derechos respetados (que perciban un pago cuando su obra sea utilizada con ánimo de lucro) y que los clientes tengan acceso a las obras en las mejores condiciones posibles. Proteger al intermediario inútil por principio es absurdo.
Ud. es una de las personas que la ministra de cultura Ángeles González-Sinde citó en diciembre pasado al hilo de la ley de economía sostenible. ¿Significa que la ‘opinión de la red’ era importante para los políticos?... ¿Ha habido cambios apreciables en la redacción tras escuchar las opiniones de los invitados? Y ¿cree Ud. que de esta manera el gobierno asume la existencia de grupos de sabios-expertos cuya opinión sea ‘lo correcto’ en relación a la red?
La opinión de la red es importante para los políticos porque la están empezando a utilizar como barómetro electoral, como pulso de opinión, como encuesta en tiempo real de un segmento cada vez más representativo de la población. Sin embargo, a la hora de tener en cuenta dicha opinión, los políticos se limitan a cambios cosméticos, a simples actitudes, a política de maquillaje, pero no adquieren compromisos concretos con los ciudadanos: tristemente, no consideran a los ciudadanos interlocutores válidos, únicamente si éstos se asocian en forma de lobby o de asociación de algún tipo. En lugar de llamar a expertos para entender el problema, sino para “hacerse la foto”. Los políticos llevan tanto tiempo tratando con este tipo de asociaciones y lobbies, que se sienten cómodos con ellos. Con los ciudadanos, en cambio, no saben tratar, solo les interesan cuando llega el momento de depositar la papeleta en la urna. En este caso, el gobierno se ha guiado por lo que le decían los lobbies de la propiedad intelectual, ha llevado a cabo todos sus deseos, y ha ignorado la voluntad ciudadana: es el gobierno que más daño ha hecho a Internet en la historia de nuestro país, y muchos usuarios de la red les estarán esperando para recordárselo cuando llegue el momento.
Menciona en varias ocasiones cómo las personas, incluso las cultas, tienden a tener ideas preconcebidas difíciles de superar: ¿Queda aún gente que piense en internet como un peligro para los jóvenes, encasilla las redes sociales como mero chismorreo y percibe a los internautas como gente aislada y sin vida social?... ¿Qué les diría? ¿Qué recomendaría a toda la gente que piensa haber perdido la posibilidad de engancharse a este nuevo mundo de posibilidades de internet por su falta de pericia con las nuevas tecnologías?
La red es el mayor reductor de barreras de entrada que existen. Hay que hacer que los usuarios se den cuenta de lo absurdo de determinados planteamientos y clichés que los medios de comunicación han contribuido a difundir: ni la red está llena de delincuentes (no más que fuera de la red), ni los usuarios se vuelven sociópatas o degenerados, ni ninguna otra estupidez por el estilo que no soporta ni un mínimo análisis. Por otro lado, hay que romper el mito de que “nos hemos quedado fuera” y de que “mis hijos hacen cosas que no alcanzo a entender”... ¡¡no alcanzas a entenderlas porque no te da la gana, si te pones con ello, lo entenderías perfectamente y estarías a su nivel para muchas cosas en menos de una semana, y con el añadido de que generalmente tienes más sentido común que ellos!! Ponerse al día en el manejo de la red lleva una semana escasa de dedicación parcial, de navegación, de manejo, de práctica: no hablamos de tecnología aeroespacial ni de los secretos de los sabios judíos de Amsterdam, hablamos de usar un ratón, un teclado y el sentido común...
Hay empresas como Zinkia, responsable del popular ‘Pocoyo’ que no parecen afectadas en su crecimiento por la presencia de los capítulos de su personaje principal en vídeos en Youtube : ¿son muchos los ejemplos de empresas capaces de aceptar una presencia no siempre buscada en la web y aprovecharla en su favor?
Hay cada vez más ejemplos de empresas que ven que las cosas no son tan malas, que sus usuarios no son malvados o que se puede ganar dinero bajo las nuevas condiciones de mercado: lo triste es que, en realidad, estamos repitiendo la historia por enésima vez, haciendo exactamente lo mismo que cuando la industria se puso ridículamente en pie de guerra contra las cintas de cassette o contra los vídeos domésticos. Nunca en la historia se ha detenido el progreso de la tecnología por culpa de las quejas de una panda de trogloditas inadaptados, ni se va a hacer esta vez por mucho dinero que esos trogloditas inadaptados sean capaces de poner encima de la mesa.
Leemos los periódicos en su versión digital en internet, escuchamos la radio en podcast, vemos la televisión mediante streaming: ¿Es el fin de los medios de telecomunicación convencionales?
Es el fin de los medios que no sean capaces de entender el cambio. Lo importante no es qué medio utilizamos para leer o para escuchar, sino entender que esos medios nos dan una capacidad que antes no teníamos: la de ser bidireccionales, la de interaccionar, la de recibir además de emitir. Si no usas esta capacidad, tus usuarios lo harán por ti a través de medios que tú no les has dado, y tu papel estará en peligro. Si no entiendes la importancia de que tus lectores o espectadores interactúen con tus contenidos, los comenten, los referencien, los vinculen, los reenvíen, etc., mejor cámbiate de negocio.
En sus propias palabras, gracias a la red ‘Nunca en la historia de la humanidad hemos contado con un arma tan poderosa y de naturaleza tan democrática’. Hablando del futuro próximo menciona Ud. tres actores principales en el intento de control de la red: gobiernos, empresas de telecomunicaciones y lobbies de la propiedad intelectual. ¿Pueden estos llegar a conseguir cambiar el carácter actual de internet como un medio de expresión universal?... ¿Puede explicar qué significa la neutralidad de la red y por qué es necesario preservarla?
La neutralidad es una característica fundamental de la red: si tú y yo estamos conectados a Internet con un ancho de banda determinado, enviaremos y recibiremos bits de información en la cantidad predeterminada por ese ancho de banda, pero sin que entren en juego factores como el de dónde vienen esos bits, quién los envía, qué protocolo utilizan o qué contienen. Simplemente, contratamos un nivel de servicio a nuestro operador, éste nos lo da, y que no se meta en nada más, porque en caso de hacerlo, desvirtuaría la esencia neutral de la red. En el momento en que empezamos a privilegiar un tipo de tráfico sobre otro, las voces más pequeñas pasan a un segundo nivel y dejan de ser escuchadas, con lo que perdemos la principal característica de Internet, la que lo ha llevado a ser el enorme motor de cambio que es a día de hoy, y lo convertimos en otra televisión donde solo emiten los que tienen licencia. Ante este intento de desvirtuar algo tan importante como la red, el activismo es la única respuesta válida.
Muchísimas gracias