Hablar ante un público que poco o nada sabe de un tema para impresionarlo es algo recurrente en los medios de comunicación. Basta ponerse serios, usar algunas palabras técnicas mezcladas con la verborrea que esté de moda en el momento e ir templando comentarios críticos o palabras de 'otros expertos' con ironías o ataques ad hominem. Es una labor divertida, yo mismo la suelo practicar cuando hablo de informática con gente que sabe aún menos que yo; tengo la suerte de contar con varios amigos verdaderos expertos.Me limito a imitar la melodía cuando no están presentes y disfruto además de un auditorio crédulo : éxito garantizado. ;)
Cuando hablo de temas serios y en este caso serio quiere decir ' que me gustan más', soy algo más prudente.
He terminado con más de un disgusto el libro de Hubert Reeves 'Crónicas de los átomos y de las galaxias'. Publicado por Alianza, tras este título propio de una saga de ciencia ficción se ocultan, en apenas 216 páginas, nada menos que 66 capítulos; todos ellos dedicados a divulgación desde 'lo infinitamente grande a lo infinitamente pequeño' cada uno de ellos a salto de mata de un tema a otro y a vuelapluma casi sin perfilar.
De tanto viajar de lo grande a lo pequeño el autor consigue quedarse, a mi juicio, justamente en lo infinitamente mediocre.Hay además errores de traducción y en más de una ocasión donde pone 4 millones debería poner, 4000 millones. Podría ser incluso que esté acusando injustamente a la traductora y los errores estén en el original.
En esta misma colección Alianza tiene 'Cuestiones curiosas de ciencia' , un libro que me encantó , prueba de que el formato de capítulo corto y breves pinceladas no es obstáculo para la buena divulgación.
Me queda de esta categoría leer el libro 'Por qué sucede lo que sucede', de Andrea Frova.
A ver si lo puedo catalogar, como diría el recordado Tío Petros, como propio de Sancta Sanctorum.
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