Entramos al ex-convento, pasamos los pasillos con vitrinas : obsidianas, conchas, estrellas de mar, amonitas, enmarcando el patio central custodiado desde arriba por la clásica balconada de madera, subimos los peldaños de piedra desgastada por siglos de pasos,dejamos atrás la sala que alberga la exposición de volcanismo y por fin, la entrada a la biblioteca.
Estoy muy agradecido a Delia, bibliotecaria de Garachico.
Se ha pasado una hora comprobando dónde podía estar 'Átomos en mi familia', libro que tengo apuntado para leer desde hace años. BICA me decía que solo estaba en Garachico y en Santa Cruz y opté por la primera, por la cercanía y porque no conocía su biblioteca.
Un tomo verde y añoso, de páginas amarillas y manchadas por la edad en cuyas primeras palabras, tituladas 'agradecimiento' la autora, Laura Fermi dice:
-[...]En primer lugar al doctor Cyril Smith, a quien debo la idea de este ibro
-Debería escribir la biografía de su marido - me indicó
-No puedo- le contesté- mi marido es la persona para quien guiso y cuyas camisas plancho. ¿Cómo voy a tomármelo tan en serio?'
Átomos en mi familia. Laura Fermi
Este sr., el esposo de Laura, era por supuesto, el gran Enrico Fermi, el último de los 'Da vinci' de la física : un excelente físico experimental y sublime físico teórico.
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