¿Qué sería de los septiembres sin ese sabor a final de verano y sin el sonido de las primeras sirenas llamando al cole?
Y, sobre todo, ¿Qué sería de los septiembres sin ese inicio de interminables colecciones?
Verse atrapado en una colección es una especie de vorágine interminable, un romance inicial que fácilmente puede acabar - o no acabar - en culebrón inabarcable.
Asi me he visto con las biografías de la ciencia de National Geographic.
Entiéndaseme bien: es una estupenda colección en contenidos, cada libro con un autor identificable - esto es muy importante en los libros que pretendan un mínimo de calidad - y con algunas biografías de gigantes de la ciencia que no son tan famosos fuera del mundillo como Fermi, Dirac, Maxwell y otros muy interesantes de menor talla como Cavendish, Gamow...y pocos más pues casi todos son auténticas eminencias.
Empecé hace cinco años con el primer formato, muy cuidado, de revistas monográficas, empezando por los superclásicos, dígase un Einstein o un Newton.
Tres años después me suscribí a la colección de libros que reemplazó a las revistas...con cierto solapamiento de ejemplares, me temo.
ha sido un largo, larguísimo lapso.
Los libros que tengo repetidos ... no revelen este secreto
Puede verse que la versión revista supera los libros en cuanto a calidad de las fotografías, portadas y presentación.
Los contenidos son idénticos
Los contenidos son idénticos
lo que no son las revistas es tan fácilmente apilables, ni tan robustas, me temo.
la pila final
Ha merecido la pena.
Ahora viene lo serio, lo de leerlos.
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