domingo, 6 de mayo de 2007
Don Miguel de Una-mudo
Este pasado fin de semana he tenido la suerte de visitar por primera vez Fuerteventura.
Es un lugar muy hermoso, mi amigo M. lo define como 'un paisaje macho' en el sentido de 'yermo,seco,sin concesiones', imagino.
Al pasar por la capital no he dejado de visitar la casa-museo de Unamuno.
Las paredes aparecen decoradas con cuadros donde se enmarcan fragmentos de la historia de la casa, de la biografía de Unamuno y las circunstancias históricas que lo llevaron a Fuerteventura y por supuesto retazos de sus impresiones y escritos en este periodo y en la posterior estancia en París.
Me alegré de que existiera esta reproducción de la casa que originalmente albergó a este ilustre de las letras españolas pero la experiencia me dejó un sabor agridulce. Me pareció incompleta.
En el folleto- guía del museo se recopila la 'obra en Fuerteventura y sobre Fuerteventura' : títulos de artículos publicados en Madrid, en Las Palmas de Gran Canaria, en Buenos Aires;Un libro de sonetos, apuntes (desaparecidos) para un libro que quiso titular 'Don Quijote en Fuerteventura' - qué pena no haber visto la luz -.
Pues bien, preguntadas por todo este material, las encargadas del museo me comentan que allí no hay disponible ninguno de los libros, artículos,ensayos...nada. No hay posiblidad de leer una letra de Unamuno en el lugar que recuerda su paso por la isla.
Tampoco existe ningún texto sobre su vida en la isla o fuera de ella, la tertulia de la que formó parte, sus visitas a los municipios y parajes; lugares de los que guardó viva impresión por lo que traslucía de los recortes de sus escritos posteriores en París.
Es una lástima que no se cuiden estos detalles que en fondo deberían ser el alma del recuerdo a un escritor. Dar la palabra al protagonista debería ser siempre una buena forma de homenajear.
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