Buscar este blog

domingo, 25 de noviembre de 2007

Más aletreado que nunca



El bueno de Bertrand Russell decía, al ser acusado de ser excesivamente racionalista, que para él ser racional equivalía a elegir los mejores medios para un fin y no tenía que ver con el fin perseguido. Si uno escogía ser pintor o ser matemático dependería de impulsos no racionales.

Probablemente por eso considero un fracaso la primera parte del libro 'Como una novela' de Daniel Pennac.

Insiste con una especie de pesimismo en la dificultad de conseguir que los adolescentes lean, los alumnos lean, los jóvenes presten más atención al libro aconsejado sobre la televisión, sobre los walkman ... - qué rápido quedan atrás las tecnologías -

Capítulos como :

'¡Qué pedagogos éramos cuando no nos preocupábamos de la pedagogía! '

Lamento desvelar la trama pero, Sí, es un capítulo entero ;)

Sin ulterior justificación, suena a libro de autoayuda para profesores.

Hay por supuesto, buenas reflexiones sobre el papel de la lectura, sobre lo que puede suponer un exceso de análisis sobre el texto ¿Alguien más odió por ellos a Góngora ? - y a pesar de ello, ¿ha conseguido tanto tiempo después, seguir amando a Quevedo, Lope, Bécquer... -

Efectivamente, como el autor propone, 'hay que leer' puede convertirse en un dogma, una imposición, pero, añadiría yo, lograr que alguien ame la lectura está posiblemente más allá de las fuerzas de cualquier profesor.

Acertadamente, ha escrito en otra parte :

'Hablar de una obra a unos adolescentes, y exigirles que hablen de ella, puede revelarse muy útil, pero no es un fin en sí. el fin es la obra. La obra en las manos de ellos. Y el primero de sus derechos, en materia de lectura, es el derecho a callarse.'

¿Cuándo gira la trama?
¿Cuándo la tesis me engancha?

Precisamente cuando el propio autor cree en sus palabras, hacia el tercio final encauza hacia las experiencias de otros lectores como el poeta :

'...llegaba la mañana del martes, desgreñado por el viento y por el frío en su moto azul y oxidada.encorvado, con un chaquetón de marinero, la pipa en la boca o en la mano. Vaciaba una bolsa de libros sobre la mesa . Y era la vida'

Quizá porque amar es también compartir, en este caso la letra encarnada en la experiencia lectora.

Desde algunas frases he oteado similaridades a bloggers que conozco en su labor, magnífica aunque no exclusiva, en favor de la lectura.

En las postrimerías del libro, lo mejor , los 'derechos del lector' :

1. El derecho a no leer.
2. El derecho a saltarnos las páginas.
3. El derecho a no terminar un libro.
4. El derecho a releer.
5. El derecho a leer cualquier cosa.
6. El derecho al bovarismo (enfermedad de transmisión textual).
7. El derecho a leer en cualquier sitio.
8. El derecho a hojear.
9. El derecho a leer en voz alta.
10. El derecho a callarnos.

La negrita es mía.

Merece la pena detenerse en ellos y encontrar al lector entre sus pliegues.
Particularmente he ganado a pulso, batallando con un prejuicio que había penetrado por los académicos poros de mi piel juvenil, el tercero.
De hecho, lo colocaría primero, entre otras cosas, porque si lees el primero al principio, te sientes tentado a no seguir con el resto ;)


P.D. :
Gracias AEB por el préstamo.

3 comentarios:

Toni Solano dijo...

Hay tantos libros y tan poco tiempo... Para remate, es tan grande el placer cuando descubres un libro que merece la pena y, sin embargo, piensas en cuántos habrá que no leerás jamás y que podrían ser el libro de tu vida. Y qué decir de ese rencor contra los autores de libros malos que te hicieron perder el tiempo. Ay, la lectura...

AEB dijo...

De nada, P. Ahora te toca a ti decidir cuál me vas a prestar ;)

wraitlito dijo...

@Antonio me has dado pie para un post que desde hace tiempo quería escribir sobre Cosmos de C. Sagan, mientras tanto carpe diem! ;) .
@AEB Espera y verás.
Saludos.