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viernes, 29 de enero de 2010

Comida sin complejos

Confieso que me gustan los placeres de la mesa. Disfruto más aún de la conversación alrededor de platos y de fogones.Curiosamente, si no he coincidido antes con el resto de comensales o no tengo suficiente confianza con ellos, suelo hablar de comida: de platos, recetas, de dónde se cocina mejor, del último restaurante que visité, de los festines que recuerdo de niño ...
Y, sin embargo, nunca había comprado un libro sobre comida; es cierto, había rescatado un libro de Arguiñano que hacía las veces de sostén de una maceta en casa de un familiar, había usado el celebérrimo '1080 recetas de cocina' de Simone Ortega siendo estudiante en piso de ídem y había regalado 'Las cloquetas de Cándida' a mi suegra .
Pero nunca había sido capaz de comprarme un libro de cocina.
Póngame ud. delante el último de divulgación científica de este sr., el último de viajes de aquella otra, una novela de ciencia ficción de algún clásico ... he sido muy esnob, lo reconozco. ¿Por mis gustos? No, simplemente porque cuando nadie posaba su vista sobre mí en la librería, yo hojeaba los de cocina en más de una ocasión y nunca los compré.

Conste que yo venía mostrando esa pasión soterrada en algunas entradas anteriores
Pero descripciones como las que aparecen en - feliz coincidencia el título- 'Tiempos de arroz y de sal' , de K.S. Robinson, me han predispuesto, juzguen uds :

'La fiesta de los faroles era para Shen e I-Li una oportunidad para ofrecer su carta completa, por lo que Bold tuvo la suerte de poder probar corzo, venado rojo, conejo, perdiz, codorniz, almejas cocidas en vino de arroz, ganso con albaricoques, sopa de semillas de loto, sopa de pimiento con mejillones, pescado cocido con ciruelas, buñuelos y suflés, ravioles, bizcochos y pasteles de aciano llenos de fruta y frutos secos. [...]no tenían ganado, pero tenían dieciocho tipos de soja, decía Shen, nueve de arroz, once de albaricoques, ocho de peras.Cada día era una fiesta'.

Ya está : he roto con un prejuicio. He comprado 'Comer es una fiesta' de Leopoldo Pomés.
Ya lo había oteado tiempo ha, pero ahora me he decidido.
Rara vez he podido encontrar otro libro lleno de rincones tan suculentos.

Un pellizquito :

'Los sentidos están predispuestos. El calor sensual de la noche, la fragancia de la menta (tengo plantada mucha menta, me encanta) los seres queridos. Alguien propone obsequiarnos con un mint julep, va a la cocina y prepara el gran regalo de un comienzo feliz. Mi mujer está cociendo unos mejillones de roca recién cogidos al vapor, yo miro qué hay en la despensa y en la nevera y hago lo que más me gusta: improvisar con lo que encuentro. Tengo una sobrasada de Mallorca que me han traído unos amigos. Extraordinaria. Unto unas tostaditas pequeñas y muy delgadas con la pasta roja y le pongo encima media cucharadita de mermelada de naranja amarga, y al horno, para que se caliente un poco. Se lo ví hacer a las hermosas hermanas Ormaolea, grandes cocineras vascas, y siempre que lo hago el éxito está garantizado'

Otro, de aperitivo:

'El aperitivo era la culminación. Al revés de lo que cualquier gastrónomo mínimente serio recomendaría.[...] Chanquetes enanos, morralla de textura y sabor deliciosos, cazón sabiamente adobado, calamares y calamarcitos que la memoria ha dejado para siempre en mi paladar. A veces aparecían unos diminutos pulpitos en una magistral salsa hecha con su propio jugo mezclado con aceite y ajo.Otras veces croquetas de la huerta recién hechas, o unas empanadillas de atún, alcaparras y huevo duro o bien almejas o mejillones con un sofrito de cebolla absolutamente histórico'

¿Cómo he tardado tanto en poder paladear mentalmente estas delicias?
...Lo que me dará para conversar entre platos :)

3 comentarios:

Damián Marrero Real dijo...

Vaya... Supongo que todos tenemos un secreto inconfesable...

AEB dijo...

Se me hace la boca agua. Un festín panta-gruélico es lo que deberíamos darnos...

wraitlito dijo...

@Damián: en mi caso es confesable y confesado.

@AEB: ya estamos tardando.
Saludos