Imaginemos que eres un joven científico y tienes la suerte de conocer a uno de los grandes en tu campo, un héroe prometeico de los inicios de la física cuántica : el Sr. Heisenberg. Por supuesto, su brillo personal y aureola de genio te deslumbran y no te atreves a preguntarle por su papel en el desarrollo de armas atómicas nazis.
Aquí reside el germen -intuyo - de 'Las guerras del uranio', libro donde Amir D. Aczel analiza desde los orígenes del conocimiento de los fenómenos radiactivos hasta el lanzamiento de dos bombas atómicas sobre Japón - y si fue o no 'necesario' desde el punto de vista bélico - . De paso recorre las etapas que se iniciaron el progresivo discernimiento de la estructura del átomo, el descubrimiento de la posibilidad de crear una reacción en cadena controlada o explosiva con el uranio , el desarrollo de la bomba atómica y las biografías de un buen puñado de los mejores físicos de inicios del siglo XX.
Como lector se quedaría en un libro muy recomendable, con un tratamiento profundo y extenso del tema, quizá muy pormenorizado en cuanto a las biografías de los actores principales, lo cual alarga la extensión del libro sin necesidad.
Pero -aquí viene lo que me ha escamado- da la casualidad de que terminé de leer ' Átomos en mi familia' de Laura Fermi, la esposa de Enrico Fermi hace muy poco. Es un libro difícil de encontrar - en Tenerife hay según BICA hay solo dos ejemplares de préstamo - editado hace muchos años y que no ha sido vuelto a reeditar. Un libro lleno de jugosos detalles biográficos sobre uno de los últimos físicos tipo 'Da vinci' ,el sr. Fermi, capaz de dominar la parte experimental y ser un maestro de la teoría además de evocar toda la poderosa generación de científicos italianos eclosionada cuando se fragua la segunda guerra mundial y en su mayor parte emigrados luego a EEUU.
Y resulta que tres de los capítulos del libro, dedicados a la vida del genio italiano, desde su juventud en Florencia y Roma, pasando por el inicio del proyecto Manhattan en Nueva York y su creación de la primera pila atómica en Chicago están llenos literalmente del material del libro de L. Fermi. Cierto es que en dos o tres ocasiones se entrecomilla una frase y se menciona la fuente en las notas del final del libro y en la bibliografía, pero párrafos enteros - no entrecomillados - de historias y anécdotas proceden del libro original de forma casi literal. Llamar plagio a este tipo de apropiación puede ser exagerado, pero no me parece una forma adecuada de crear un libro y siembra dudas acerca de los capítulos donde se cita otras obras ¿procederá con el mismo uso sistemático de materiales ajenos con apenas unas menciones o bien creará material original a partir de sus propias ideas, conocimientos y observaciones ?
Me pareció que el origen del libro estaba en las preguntas que el joven físico que una vez fue el autor se hizo acerca de muchas y muy entrecruzadas historias personales y científicas, cuya desembocadura espectacular y atroz iluminó el cielo de Hiroshima y Nagasaki en forma de hongo nuclear.
También me parece que el autor hizo lo que en argot periodístico se denomina 'hinchar el perro' : usar en demasía materiales -ajenos me temo - para inflar una historia de por sí muy interesante.
domingo, 21 de julio de 2013
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