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miércoles, 27 de junio de 2012

Sortear la muerte

Hace poco comentábamos en un club de lectura un libro de Jordi Sierra i Fabra donde aparece la idea de la reencarnación y me quedé pensando otras maneras de salvar la muerte, desde la perspectiva de gente de ciencias. No, no hablo de Aubrey de Grey.

Conocía la de Albert Einstein que, a pocos meses de morir, escribía a la familia de su amigo M. Besso lo siguiente :

Se me adelantó en la partida de este mundo extraño. No quiere decir nada.Para nosotros, físicos creyentes, la separación entre pasado, presente y futuro no es más que una ilusión, por tenaz que sea 


Fuente : Revista Investigación y Ciencia. 2º trimestre 2005

Sin recuperarse del escalofrío, pueden seguir con este texto de William Donald Hamilton que descubrí hace muy poco. Es su testamento :

[Que] mi cuerpo sea llevado a Brasil [...] Se tenderá de una forma segura contra las comadrejas y los buitres [...] y ese gran escarabajo Coprophaneus me enterrará. Entrarán en mi carne, la enterrarán, vivirán de ella; y en forma de sus descendientes y los míos, escaparé a la muerte.No habrá para mí gusanos ni sórdidas moscas, zumbaré en el crepúsculo como un enorme abejorro. Seré muchos de ellos, zumbaré incluso como una nube de motocicletas, seré transportado , en alas de cuerpos voladores hacia la espesura brasileña, bajo las estrellas, elevado bajo esos hermosos y no fundido élitros que todos llevaremos por encima de nuestras espaldas. Y así, por fin, yo también brillaré como un escarabajo terrestre violeta bajo una piedra.


Fuente : Aquí en la tierra.Tim Flannery


Por supuesto, si ampliamos la esfera de escritores, yo incluiría aquí mi  poema predilecto.


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